Hace  más de 115 años llegó a la vereda el Pedregal del municipio  Itagüí, una mujer sencilla llamada Paulina Montoya proveniente del Municipio de Caldas (Antioquia). Al ver tantos niños y jóvenes que no tenían la oportunidad de aprender a leer y escribir, se ofreció voluntariamente y  por vocación a desarrollar esta tarea.

Esta iniciativa motivó a la señora Lola Pabón, miembro de una de las familias más representativas de la comunidad, desde su generosidad y el deseo de ayudar a la comunidad, a donar el terreno donde se encuentra actualmente la Institución la cual construyeron de manera comunitaria.

 

Luego de doña Paulina Montoya,  personaje tan significativo y querido por los habitantes de la vereda, llegó la primera  maestra nombrada por el Municipio de Itagüí llamada María Josefa Escobar Uribe. De ahí el nombre de nuestra Institución.

 

De la maestra María Josefa Escobar Uribe,  según la monografía de Itagüí de 1965, se sabe que “en 1871, fue establecida la Escuela de Primaria de niñas, a cargo de la inteligente maestra Itagüiseña, María Josefa Escobar Uribe quien formó una importante pléyade de futuras religiosas, maestras y matronas responsables, hasta que se trasladó a Bogotá, donde hizo su profesión como hermana de la caridad, con el nombre de Sofía y murió en el Hospital Santa Marta siendo madre superiora. Fundó la “Sociedad del Amor”, cuidó solícitamente a los asilados en el Hospital; fue entusiasta cooperadora en el esplendor del culto y quiso entrañablemente su natal municipio, elogiándolo en escritos y versos de mérito literario”.

 

El nombre y el legado que dejó la maestra María Josefa Escobar Uribe nos sirve a todos como ejemplo de sabiduría, dedicación, humanidad y amor por sembrar en los estudiantes el conocimiento.